Todo ello aderezado con el estilo sobrio pero rico, austero pero elegante, de la Castilla Vieja que se transpira en toda la región burgalesa. Habitaciones muy cómodas, con mucha luz, agradables vestiduras y madera noble. Muchas habitaciones cuentan con palanganeros o “lavabos antiguos” de forma decorativa, que dan un aire antiguo a las habitaciones. Algunas habitaciones abuhardilladas dejan caer su encanto a través de las vigas inclinadas, y ventanas en el techo para ver la luna y las estrellas. Los cuartos de baño son tan funcionales como agradables al paladar de la vista. Los cabezales riñen por ser todos diferentes, al igual que cortinas o colchas, de tal manera que cada habitación es única, para complacer al cliente que para nosotros, es asimismo único.
El hotel tiene habitaciones adaptadas a las necesidades de cada cliente. Existen tres tipos de alojamiento: habitaciones sencillas y económicas que corresponden a la parte del Hostal, habitaciones que pertenecen a la parte del Hotel de 3 estrellas, algunas de ellas con hidromasaje, y por último, las habitaciones más completas, todas con bañera hidromasaje y que pertenecen a la última ampliación del Hotel. Cada una de ellas tiene su propio estilo, su personal decoración.
Todo ello aderezado con el estilo sobrio pero rico, austero pero elegante, de la Castilla Vieja que se transpira en toda la región burgalesa. Habitaciones muy cómodas, con mucha luz, agradables vestiduras y madera noble. Muchas habitaciones cuentan con palanganeros o “lavabos antiguos” de forma decorativa, que dan un aire antiguo a las habitaciones. Algunas habitaciones abuhardilladas dejan caer su encanto a través de las vigas inclinadas, y ventanas en el techo para ver la luna y las estrellas. Los cuartos de baño son tan funcionales como agradables al paladar de la vista. Los cabezales riñen por ser todos diferentes, al igual que cortinas o colchas, de tal manera que cada habitación es única, para complacer al cliente que para nosotros, es asimismo único.
